El trastorno del espectro autista (TEA), según el DSM-5, es un trastorno del desarrollo cerebral que comienza en la niñez y dura toda la vida.  Aparece en los primeros tres años de vida y afecta con más frecuencia a los niños que a las niñas.  El diagnóstico de TEA incluye varias características que solían diagnosticarse por separado e incluyen el trastorno autista, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado y el síndrome de Asperger.  Ahora a todas se les denomina trastornos del espectro autista.

Signos y Síntomas

Los signos y síntomas tempranos suelen aparecer alrededor de los 12 a 18 meses de edad o antes.  En general, las características del trastorno de espectro autista aparecen durante los primeros tres años de vida.

  • Problemas con el contacto visual.
  • No responden a su nombre.
  • Problemas para seguir la mirada de otra persona o un dedo que señala un objeto.
  • Poca habilidad para los juegos que requieran imitar.
  • Problemas con la comunicación no verbal.
  • Poco lenguaje o nulo.
  • No soporta los ruidos fuertes o intensos.
  • No mira fijo o directamente a los ojos.
  • Muestra desinterés por su entorno.
  • Se enoja frecuentemente y hace rabietas.
  • Tiende a reunir los objetos.
  • Rechaza el contacto físico.
  • No obedece o sigue instrucciones.
  • Muestra desinterés por las relaciones sociales.
  • Realiza movimientos repetitivos.

La detección y la intervención tempranas mejoran ampliamente los resultados en el tratamiento.  Es importante tratar de detectar estos síntomas lo antes posible.  En cada chequeo pediátrico, el profesional de la salud evaluará el desarrollo del menor para detectar cualquier problema, aún si los padres o encargados no informen señal de algún problema.

Algunas entidades de Apoyo

 

Por: Tania Mangual-Monzón, MS, BHE

 

Fuentes:

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades

 

Medline Plus