Tu hígado es el principal desintoxicante de tu cuerpo y puede gestionar por completo la ingesta moderada de alcohol, alimentos grasos y dulces azucarados. El hígado es excelente para convertir toxinas en productos de desecho, limpiar la sangre y metabolizar los nutrientes y medicamentos para que puedan ser utilizados por el cuerpo.

Pero el hígado puede abrumarse fácilmente si nunca le das un respiro. Hay muchos productos en el mercado que pretenden desintoxicar tu hígado después de un exceso, pero realmente no existe tal cosa como una verdadera desintoxicación del hígado porque eso es lo que tu hígado hace todo el tiempo. No hay datos científicos que respalden la eficacia de estos productos, e incluso pueden ser peligrosos.

Aun así, debes cuidar tu hígado para que funcione de manera saludable. Una buena alimentación es el mejor regalo que le puedes dar a tu hígado, y la buena noticia es que probablemente ya estás consumiendo muchos de los alimentos saludables para el hígado de nuestra lista.

1. Café y Té

Se ha demostrado que el café protege el hígado de las enfermedades, incluso si ya tienes problemas hepáticos. El café reduce el riesgo de cirrosis y cáncer de hígado y reduce la inflamación dañina. Los investigadores creen que funciona debido a su capacidad para prevenir la acumulación de células grasas, uno de los marcadores de la enfermedad hepática.

Los beneficios más marcados se notan en las personas que beben al menos tres tazas al día, así que no le hagas caso a nadie que te diga que tienes una adicción al café.

Las investigaciones demuestran que el consumo de té verde también está relacionado con una mejor salud del hígado, pero es posible que debas beber de 5 a 10 tazas por día. ¿Quién tiene tanto tiempo para ir al baño? Aún así, evita los suplementos de té verde concentrado, porque beber demasiado puede tener un efecto perjudicial en el hígado.

El té negro parece ayudar a revertir los efectos de una dieta alta en grasas. En pocas palabras: disfruta de la mayor cantidad de té de cualquier variedad que quieras cada día, pero consulta con tu médico si esa cantidad excede las 10 tazas.

2. Toronja

La toronja es ideal para el hígado debido a sus antioxidantes. Los dos principales antioxidantes en la toronja son la naringenina y la naringina, las cuales ayudan a reducir la inflamación y protegen las células hepáticas. También parecen prevenir el crecimiento de tejido conectivo excesivo y disminuir la cantidad de grasa almacenada en el hígado.

Curiosamente, se ha demostrado en investigaciones con ratas que la naringina mejora la capacidad del hígado para metabolizar el alcohol y contrarrestar algunos de los efectos negativos del alcohol. La próxima vez que estés a punto de salir de fiesta, come un poco de toronja como bocadillo antes de salir a tomar, y potencialmente, no tendrás esa resaca tan debilitante. Tu hígado te lo agradecerá.

3. Moras y Arándanos

Las moras y los arándanos contienen una categoría de antioxidantes llamados antocianinas. Más allá de dar a las bayas sus distintos colores, estos antioxidantes se han relacionado con varios beneficios para la salud del hígado.

Se ha demostrado que comer moras y arándanos diariamente durante 3 a 4 semanas protege el hígado al prevenir el desarrollo de lesiones, tejido cicatricial y fibrosis. Las moras, en particular, aumentan la respuesta de las células inmunitarias, así como las enzimas antioxidantes.

El extracto de moras también inhibe el crecimiento de las células cancerosas del hígado en investigaciones de probeta, pero es necesario realizar más investigaciones en humanos.

 

4. Uvas

Las uvas, especialmente las rojas, contienen varios compuestos de plantas beneficiosos. Probablemente has escuchado hablar del resveratrol, también conocido como una gran excusa para beber vino tinto. El resveratrol ayuda al hígado al reducir la inflamación y proteger contra el daño de los radicales libres. Se cree que el consumo regular también reduce el riesgo de desarrollar cáncer.

Un pequeño estudio de investigación en personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) indicó que el consumo diario de extracto de semilla de uva durante tres meses mejoró su función hepática. Por supuesto, el extracto de semilla de uva es mucho más concentrado que lo que obtendrías de las uvas enteras, o el vino.

Pero no está de más hacer que las uvas se conviertan en un hábito diario, y sin duda podrías preguntarle a tu médico si cree que un régimen de extracto de semilla de uva tiene sentido para ti.

 

5. Tuna

La tuna es en realidad un tipo de cactus comestible. Es posible que no pueda encontrarla en su supermercado local, pero vale la pena echarle un vistazo porque se ha demostrado que esta interesante fruta reduce los síntomas de la resaca. Los participantes de la investigación reportaron sentir menos náuseas, sequedad en la boca y desdicha en general si bebían un poco de extracto de tuna antes de consumir alcohol.

Una resaca es señal de un hígado que lucha por procesar la cantidad de alcohol que se le ha administrado. El extracto de tuna parece disminuir el daño oxidativo que el hígado sufre después de beber en exceso, y también ayuda a mantener los niveles de antioxidantes e inflamación estables.

Pero más allá de ser un beneficio potencial para los estudiantes universitarios de todo el mundo, la tuna se ha utilizado durante mucho tiempo en la medicina holística para tratar enfermedades del hígado, así como úlceras, heridas y fatiga.

6. Jugo de betabel (remolacha)

El betabel tiene un sabor terroso muy distintivo, y por lo general las personas pueden tomarlo o dejarlo. O te gusta el betabel o realmente, realmente no te gusta. Pero si puedes soportarlo, cómelo, porque los betabeles contienen antioxidantes en una categoría denominada betalainas. Estos compuestos son excelentes para reducir el daño oxidativo y la inflamación en el hígado, así como para aumentar las enzimas desintoxicantes.

Aunque la mayoría de las investigaciones se han hecho con el jugo de betabel, podemos suponer que comerlos enteros también es beneficioso. Pero incluso aquellos de nosotros quienes no nos gusta el betabel podríamos tolerar un poco de jugo de betabel en nuestros batidos, quizás disfrazados por el sabor de las moras y los arándanos que también deberíamos estar comiendo.

Fuente: http://hhdresearch.org/