La procrastinación es uno de los principales ladrones de tiempo. Diferir, aplazar, postergar las tareas que debemos hacer es un hábito que tenemos que evitar si queremos ser más productivos.

Sigue pautas de trabajo

Benjamín Franklin decía: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Y esta es una regla básica si queremos cambiar nuestros malos hábitos pero no la única, aquí te damos seis buenas prácticas que pueden ayudarte a dejar de procrastinar.

  • Antes de empezar define tus objetivos. Brian Tracy en su libro Eat the Frog consideraba este paso como el más importante y primordial. Clarificar con tu jefe qué espera de ti y cuáles son tus metas. Después, ponlo por escrito y establece una fecha límite para cumplirlos.
  • Una pauta esencial es saber organizar el tiempo. Cuando estamos trabajando tendemos a tener multitud de cometidos. Crea un horario y cúmplelo.Y además elabora listas donde establezcas un orden de importancia entre estas.  Utiliza la técnica de pirámide invertida y ve de lo más esencial a lo menos relevante Por otro lado, según vayas cumpliendo los objetivos escritos ve marcándolos para que puedas ver tus progresos.
  • No dejes para el final las tareas más complejas. Una vez determinas la importancia de las actividades, comienza trabajando con las que están en primera posición. Por lo general son las causantes de que caigamos en la procrastinación, para evitarlo elimínalas pronto de tu lista.
  • Ponte a trabajar cuanto antes. Una vez empezamos una actividad tendemos a no dejarla a medias. Toma impulso y empieza a trabajar sin distracciones.
  • Confía en tus capacidades. Como ya sabemos las tareas que tendemos a evitar son aquellas que suponen una mayor dificultad. Si el cometido te parece muy extenso o inalcanzable: divídelo. Brian Tracy defiende que la mejor técnica es la de desmenuzar esta enorme tarea en pequeñas subtareas que completamos una tras otra hasta finalizar la tarea por completo y sentir la satisfacción y motivación ligada al éxito.
  • Provéete de los recursos que necesitas. Antes de empezar a trabajar piensa en todo lo que vas a necesitar para tus actividades programadas y prepáralo. De esta forma evitarás distracciones y con ellas la pérdida de concentración.

La procrastinación como ladrón de tiempo

Esta práctica es conocida como ladrón de tiempo de tipo interno, puesto depende del comportamiento de la persona y su forma de trabajar.

Postergar una tarea genera retrasos y con ellos se reduce la productividad. Además, puede suponer conflictos con otras personas creándose tensiones en el trabajo. Y a nivel personal la acumulación de cometidos con fecha de entrega generan estrés y ansiedad, así como frustración cuando no logramos combatir esta tendencia a aplazar las tareas.

En suma, una buena organización y gestión del tiempo son fundamentales para optimizar los resultados de una empresa y tener una mejor calidad de vida a nivel personal.

Fuente: workmeter.com