Elegir cepillo y pasta adecuados a su edad e incluir juegos y cuentos para aprender a lavarse los dientes son algunas herramientas para motivar el cepillado en los niños.

Uno de cada tres niños españoles no se cepilla los dientes a diario. Sin embargo, el cuidado de la salud bucodental es fundamental y debe comenzar desde los primeros meses de vida del menor. Este artículo describe cinco pasos para lograr que el niño aprenda la importancia de cuidar sus dientes y pueda hacerlo por sí mismo, cuando sea capaz. Describe también, con un vídeo, cuál es la forma correcta de lavarse los dientes.

1. Cuidar los dientes del niño desde el principio

Cuidar la salud bucal del niño es fundamental desde el momento en que aparece el primer diente. Al principio, hay que limpiar los dientes del pequeño con un paño o una gasa suave humedecida, o bien con un cepillo especial para bebés. Y, a partir de los dos años, cuando la dentadura ya suele completarse, hay que usar el dentífrico. Un niño no es capaz de lavarse los dientes solo de un modo adecuado hasta los siete años

Pero, ¿cuándo debe empezar el niño a cepillarse los dientes él solo? Montserrat Catalá, presidenta de la Sociedad Española de Odontopediatría, explica que «hasta los siete u ocho años no alcanza la suficiente autonomía para cepillarse sin ayuda». Catalá enfatiza que «si se deja que el pequeño haga el cepillado por sí solo, puede perjudicar la salud de su boca, ya que es esperable que no lo haga bien».

Sí se puede procurar que adquiera el hábito de lavarse los dientes y que conozca la importancia que tiene. Pero, al final, un adulto tendrá que dar un repaso general para garantizar una limpieza a fondo.

2. Imitar para cuidar los dientes del niño

La imitación es una de las claves para que el niño aprenda a lavarse los dientes solo, y haga suyo este importante hábito de salud. El pequeño siempre quiere parecerse a los mayores, hacer «cosas de adultos». «Cuando los padres se cepillan y lo hacen a consciencia, y el niño lo ve, ya está aprendiendo», apunta Catalá. Ese será el mayor incentivo para hacerlo él también.

3. Juegos y cuentos para aprender a lavarse

Los cuentos y los juegos son las mejores herramientas para motivar a los niños, en particular cuando sienten que cepillarse los dientes es aburrido. Tanto si el pequeño no quiere lavarse los dientes, como si después de empezar se aburre y quiere abandonar antes de terminar, hay que aplicar la imaginación. Se puede ofrecer un juego o contarle un cuento. Sirven las historias en las que los personajes sufren las consecuencias de no cepillarse los dientes.

4. Elegir el cepillo y dentífrico infantil adecuado

El uso de un cepillo infantil, con un tamaño apropiado para la boca del niño es importante. Si, además, tiene formas y colores divertidos, aumentará su interés por lavarse los dientes. Lo mismo ocurre con la pasta dental, que en sus versiones para pequeños no es tan abrasivo y tiene sabores afrutados más agradables.

5. El truco del revelador de placa para niños

El revelador de placa es un producto que, cuando se aplica, colorea la placa bacteriana. De esta forma, permite detectar las zonas donde el cepillado no se ha realizado de manera correcta. Su uso demuestra al niño que la limpieza debe realizarse con cuidado. Podrá comprobar, además, en qué áreas debe reforzar el cepillado de sus dientes.

 

Fuente: consumer.es