Cada persona decide cambiar su alimentación por un motivo o varios. Pero a veces, las dudas, el miedo, nos hace no tomar la decisión de manera firme. Aquí hay algunas pistas para empezar.

Cada persona decide cambiar su alimentación por un motivo o varios. Pero a veces, las dudas, el miedo, nos hace no tomar la decisión de manera firme. Aquí hay algunas pistas para empezar.

 

¡INVESTIGA!

Explora. Recopila información. Estudia qué motivos han llevado a tantas personas a dejar la carne. Descubre que ser vegetariano es fácil y saludable. Aprende sobre los mitos que rodean al vegetarianismo (entre ellos el del calcio, hierro y las proteínas). El conocimiento es poder.

 

¡PIENSA!

Piensa en los animales. Piensa en tu cuerpo. Piensa en la Tierra. Considera el impacto de tu elección alimenticia sobre los que te rodean y el mundo. Recuerda: «somos lo que comemos».

 

¡HABLA!

Habla con vegetarianos. Habla con no-vegetarianos. Pregunta. Comparte tus inquietudes. Empieza a salir con vegetarianos. Visita sitios web vegetarianos. Participa de movilizaciones y campañas.

 

¡PONTE METAS!

Haz de todo esto un juego. Apuesta a tu amigo que puedes estar un mes sin pisar un McDonald’s, o dos semanas sin asado ni huevos. Cuando ganes, recompénsate. Sólo de ti depende que tu compromiso con el vegetarianismo avance.

 

¡COCINA!

La cocina vegetariana se presenta como un mundo nuevo y desafiante. Toma clases. Consigue libros y revistas. Prueba recetas nuevas. Sé creativo. Diviértete haciéndolo. Comprueba que las comidas sin carne no sólo son posibles, sino ilimitadas.

 

¡COME!

Haz que el horario de comida sea especial. Mastica despacio, saborea bien cada bocado. Comparte tu comida con otros.

 

¡ESCUCHA!

Trata de estar alerta de las necesidades de tu cuerpo. Descansa cuando estés cansado. Come cuando tengas hambre. Presta atención a tu cuerpo -descubrirás que irá desapareciendo esa sensación de «pesadez» luego de comer. Los alimentos vegetarianos no sólo sientan bien, sino que energizan tu vida. Respeta tu cuerpo. Aprende la conexión entre lo que le entregas y lo que te devuelve.

 

¡EXPERIMENTA!

Haz cambios en tu estilo de vida. Explora las dietas macrobióticas o crudívoras. Visita restaurantes y casas de comida vegetariana. Descubre la cocina de otros países. Realiza deportes nuevos. Prueba con el yoga. Investiga el mundo de la liberación animal. Ahora que has dejado de comerlos, descubre nuevas formas de ayudar a los animales. Explora cuáles son tus intereses.

 

¡PREPÁRATE!

Puede que encuentres resistencia por parte de tu familia y grupo de amigos. Prepárate para ello (las comidas familiares pueden ser terriblemente estresantes, es difícil cuestionar las «comidas tradicionales»). Sé fuerte. Confía en ti. Prepárate para preguntas tales como «¿las plantas no son acaso seres vivos?», «¿No se extinguirían los animales de granja si todos fuéramos vegetarianos?». Examina tus dudas y contéstalas: ¿estoy ingiriendo suficientes vitaminas? ¿estoy haciendo lo correcto? Relájate. Habla con tus amigos. Busca en tus libros. Si tropiezas, levántate y aprende de tus errores.

 

¡CELEBRA!

Marca el día que dejaste la carne, celebra ese día. Renueva tu elección. Descubre que el vegetarianismo es un proceso continuo… y entretenido. Ya sea que lo veas como un estilo de vida, una religión o simplemente una elección alimenticia, ¡buena suerte y disfrútalo!

 

 

 

Fuente: hazteveg.com