¿Las neuronas se regeneran? Siempre se ha pensado que no. Parece ser que la mayoría de nuestras neuronas nacen cuando todavía estamos en el vientre de nuestra madre, y con el paso del tiempo, no se reproducen, sino que van muriendo poco a poco.

Sin embargo, esto no ha sido motivo de preocupación en situaciones normales. Es habitual que se pierda una cantidad generosa de neuronas cada día, lo que comienza a ser patológico es una pérdida excesiva como la que ocurre en la demencia.

Pero, la pérdida de neuronas que se considera normal, no afecta a nuestras capacidades cognitivas. De hecho, las neuronas reorganizan sus conexiones continuamente, para afianzar siempre las más útiles en cada momento y desechar las inútiles.

Pero, ¿y si te dijera que se han encontrado evidencias de que las neuronas se regeneran? ¿Sabes que hay ciertas zonas de nuestro cerebro en las que estas células se reproducen, aunque seamos adultos?

 

Regeneración de neuronas en el hipocampo

Parece que, en la mayoría de los mamíferos, se regeneran neuronas en el hipocampo y en el bulbo olfatorio. El hipocampo es esencial para el aprendizaje, la memoria y la orientación espacial, mientras que el bulbo olfatorio da sentido a la información que capta nuestro olfato.

Esto tiene sentido, pues la explicación que se le otorga a que nuestro cerebro produzca neuronas nuevas es que necesita mantener un conjunto de células con propiedades específicas, pero éstas duran un tiempo limitado. Además, son imprescindibles porque están especializadas para llevar a cabo un procesamiento neuronal muy concreto.

Al parecer, numerosos estudios afirman que las neuronas nacen en una porción del ventrículo lateral y luego migran al bulbo olfatorio. Allí se integrarán con células ya existentes y participarán en la memoria olfativa y en el condicionamiento del miedo a través del olfato.

También pueden migrar al giro dentado del hipocampo, adquiriendo un rol importante en el aprendizaje espacial y recuerdo de claves contextuales.

Los seres humanos se distinguen de otros mamíferos en que no poseen regeneración en el bulbo olfatorio. Sin embargo, se ha demostrado que sí se da esta regeneración en el hipocampo. Parece que eso explica por qué no somos tan dependientes del olfato como otros animales, mientras que poseemos mayor grado de adaptación cognitiva.

Antes de 1998, ya se sabía que existía neurogénesis (nacimiento de nuevas neuronas) en roedores y monos adultos. Pero, ¿y en los humanos?

En ese año, Eriksson y su equipo fueron los primeros en demostrar que en el hipocampo humano se produce regeneración neuronal. Utilizaron tejido cerebral humano postmortem, comprobando que durante toda la vida las neuronas se reproducen en el giro dentado.

Así, las células del hipocampo poseen una tasa de renovación anual del 1,75%. No obstante, la neurogénesis humana en la corteza cerebral solo ocurre en nuestro desarrollo temprano y no se mantiene en la edad adulta.

Regeneración de neuronas en el núcleo estriado

En 2014, un grupo de científicos del Instituto de Karolinska descubrió que existe neurogénesis en el cerebro de humanos adultos.

Estos investigadores encontraron neuroblastos en la pared de nuestro ventrículo lateral. Podemos decir que los neuroblastos son células primitivas que aún no han evolucionado, y que, en el futuro, se diferenciarán en neuronas o células gliales.

Pero eso no es todo, también encontraron que dichos neuroblastos crecen y se integran en una zona cercana: el núcleo estriado. Esta parte de nuestro cerebro es fundamental para controlar nuestros movimientos, y un daño en este lugar produciría alteraciones motoras como temblores y tics.

De hecho, los mismos autores descubrieron que en la enfermedad de Huntington, donde se dan déficits motores, apenas se regeneran neuronas en el estriado. Además, en etapas avanzadas de la 

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