Si hay un campo en el que las mujeres lo han tenido difícil a lo largo de la Historia, es el de la Ciencia. Acusadas de brujería por acercarse a la botánica y a las prácticas médicas en la Edad Media, con trabas en el acceso a la Universidad siglos después, educadas para la casa y la familia durante generaciones o abocadas a las letras.

Es de justicia reconocer el papel de las pioneras, de las que abrieron las puertas de los laboratorios y las cátedras de Universidad, no siempre sensibles a su trabajo. Hoy, 8 de marzo, destacamos algunos nombres, a veces desconocidos, de 15 científicas cuyos hallazgos supusieron un paso adelante en el campo de la salud. Valga nuestro homenaje a todas esas mujeres que, hoy sí, constituyen un ejército en las facultades, centros de salud, laboratorios y clínicas.

 

Merit Ptah

(Antiguo Egipto, 2700 a.C.). Descrita como “médica principal”, se considera la primera mujer en la Historia de la ciencia. Su imagen se puede ver en una tumba de la necrópolis de la pirámide de Saqqara.

 

Marie Curie

(Polonia, 1867- Francia, 1934). Química y física, sus investigaciones, en un principio junto a su marido, se centraron en la acción de la radiactividad. Recibió dos premios Nobel (Física y Química) y fue la primera mujer profesora en la Universidad de París.

 

Gerty Cori

(Praga, 1896-Estados Unidos, 1957). Bioquímica descubridora del metabolismo de los glúcidos, junto a su marido Carl. Ambos recibieron el Nobel de Medicina en 1947.

 

Barbara McClintock

(Estados Unidos, 1902-1992). Botánica especialista en citogenética destacada por sus descubrimientos sobre la transposición genética. Nobel de Medicina en solitario en 1983.

 

Rita Levi-Montalcini

(Italia, 1909-2012). Neuróloga y política, indagó sobre la reproducción y el crecimiento de las células, junto con Stanley Cohen, con quien compartió el Nobel de Medicina en 1896.

 

Dorothy Crowfoot Hodgkin

(El Cairo, 1910-Reino Unido, 1994). Química pionera en la técnica de determinación de sustancias de interés bioquímico mediante rayos X. Nobel de Química en 1964.

 

Gertrude Belle

(Estados Unidos, 1918-1999). Bioquímica y farmacóloga, destacada por el desarrollo y tratamiento de medicamentos. Recibió el Nobel de Medicina en 1988, conjunto con George Hitchinds y James Black.

Rosalind Franklin (Reino Unido, 1920-1958). Química y cristalógrafa, contribuyó con sus hallazgos a la comprensión de la estructura del ADN.

 

Margarita Salas

(España, 1938). Bioquímica, discípula de Severo Ochoa, impulsó en España la investigación de la biología molecular. Entre sus mayores contribuciones destaca la determinación de la direccionalidad de la lectura de la información genética.

 

Ada E. Yonath

(Jerusalén, 1939). Cristalógrafa destacada por sus trabajos pioneros en la estructura de los ribosomas. Nobel de Química en 2009.

 

Francoise Barre-Snoussi

(Francia, 1947). Viróloga e inmunóloga descubridora junto a Luc Montaigner del VIH, reconocida con el Nobel (compartido) de Medicina en 2008.

 

Linda Diane Buck

(Estados Unidos, 1947). Bióloga y médica, conocida por sus trabajos sobre los receptores olfatorios. Obtuvo junto a Richard Axel el Nobel en Medicina de 2004.

 

Elizabeth Blackburn

(Australia, 1948). Bióloga molecular y médica. Nobel de Medicina en 2009, junto a Carol Greider y Jack Szoztak, por su descubrimiento de la telomerasa, enzima que forma los telómeros durante la duplicación del ADN.

 

Carol Greider

(Estados Unidos, 1961). Bioquímica que investigó sobre la telomerasa y recibió el Nobel de Medicina en 2009, junto a Jack Szoztak y Elizabeth Blackburn.

May Britt Moser

(Noruega, 1963). Psicóloga y neurocientífica. Nobel de Medicina en 2014, por sus descubrimientos de células que constituyen un sistema de posicionamiento en el cerebro, compartido con Edvard Moser y John O’Keefe.