La enfermedad celíaca consiste en una alteración en la absorción intestinal de diversos nutrientes, como consecuencia de la intolerancia a diversas proteínas presentes en el gluten, un compuesto que se encuentra en algunos cereales. La enfermedad celíaca aparece fundamentalmente en niños, aunque más raramente puede iniciarse en los adultos. Su aparición requiere de una cierta predisposición genética, es decir, los niños que la padecen han heredado una cierta disposición a desarrollar la enfermedad. Como consecuencia de la intolerancia al gluten, se produce una reacción inflamatoria de causa autoinmune (las propias defensas atacan y destruyen a las células propias), la cual conduce a la destrucción de la mucosa del intestino delgado, lo que dificulta la absorción de algunos nutrientes de los alimentos.

La intolerancia al gluten es permanente, se mantiene a lo largo de toda la vida. Parece que la ausencia de lactancia materna y el consumo de grandes cantidades de gluten son factores de riesgo para su desarrollo. Un régimen estricto sin gluten conduce a la desaparición de los síntomas y a la normalización de la mucosa intestinal.

Tipos de presentación de la enfermedad celíaca

  • Sintomática. Los niños tienen síntomas atribuibles a la enfermedad. Los síntomas son muy diversos y dependen de la edad de presentación. Además de los síntomas, los pacientes mostrarán una serología positiva (análisis de sangre que indican la presencia de la enfermedad), hallazgos anormales en la biopsia del intestino y análisis genéticos compatibles con la enfermedad.
  • Subclínica. En este caso no existirán síntomas, aunque sí serán positivas el resto de las pruebas diagnósticas, incluido el estudio de la mucosa intestinal obtenido mediante biopsia.
  • Latente. Son personas que en un momento determinado, incluso consumiendo gluten, no tienen síntomas y, además, la mucosa intestinal es normal. Suele tratarse de familiares de pacientes con enfermedad celíaca. Existen dos variantes:
  • Tipo A: Fueron diagnosticados de enfermedad celíaca en la infancia y se recuperaron por completo tras el inicio de la dieta sin gluten, permaneciendo posteriormente en estado subclínico incluso consumiendo una dieta normal.
  • Tipo B: En este caso, con motivo de un estudio previo, se comprobó que la mucosa intestinal era normal, pero posteriormente desarrollarán la enfermedad.
  • Potencial. Estas personas nunca han presentado una biopsia compatible con enfermedad celíaca pero, del mismo modo que los grupos anteriores, poseen una predisposición genética determinada por la positividad de un marcador genético, el HLA-DQ2/DQ8, aunque la serología puede ser negativa. La probabilidad media de desarrollar una enfermedad celíaca sintomática es del 13% y una enfermedad celíaca latente del 50%.

Síntomas de la enfermedad celíaca

Los síntomas más frecuentes de la enfermedad celíaca en la infancia son:

  • Pérdida de peso.
  • Pérdida de apetito.
  • Cansancio.
  • Náuseas, vómitos, diarrea y dolor y distensión abdominal.
  • Meteorismo (gases).
  • Pérdida de masa muscular.
  • Retraso del crecimiento.
  • Alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza).
  • Anemia por déficit de hierro resistente al tratamiento.

 

Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico.

Fuente: redaccionmedica.com