¿Tus pies y piernas no te dejan dormir? causas, síntomas y tratamientos

¿QUÉ ES? SÍNTOMAS

El Síndrome de Piernas Inquietas o SPI (también llamado enfermedad de Willis-Ekbom) es un trastorno que se caracteriza por la inevitable necesidad de mover las piernas y los pies para calmar una sensación desagradable de malestar y angustia. 

 

CAUSAS. ¿CUÁNDO Y POR QUÉ OCURRE?

El Síndrome de Piernas Inquietas suele darse sobre todo en dos situaciones:

  1. Por la noche, antes de dormir, cuando nos tumbamos y relajamos en el sofá tras un día intenso.
  1. Tras pasar mucho tiempo sentados, por ejemplo, después de trabajar (en aquellos puestos donde estamos las 8 horas sentados) o después/durante un viaje largo, sobre todo en trayectos en avión, que apenas nos movemos durantes varias horas de vuelo.

Otras causas de este trastorno son:

  • Medicamentos que afectan al funcionamiento de la dopamina (sustancia del sistema nervioso cuya función es la regulación del movimiento)
  • Falta de hierro en el organismo (más común en mujeres, debido a la menstruación y embarazo)
  • Antecedentes familiares (factores genéticos)
  • Pacientes que presentan otras patologías como diabetes, Parkinson, enfermedad renal crónica o neuropatías periféricas.

 

¿CUÁNTO DURA? ¿SE PUEDE CONTROLAR?

Estos movimientos se pueden controlar durante un corto espacio de tiempo, pero cuanto más los aguantemos y alarguemos, más aumentará la necesidad de moverlos.

En casos más extremos, el SPI puede levantarnos y romper el sueño, estirando y pataleando las piernas al no poder dormir y controlarlo. Esto afecta a la calidad del sueño, provocando somnolencia y cansancio durante el día, además de ansiedad y otros problemas.

 

TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN. ¿CÓMO PUEDO CONTROLAR ESTOS INCÓMODOS MOVIMIENTOS?

Para tratarlo desde casa podemos hacer dos cosas:

MOVER LAS PIERNAS Y PIES (tal y como el cuerpo nos lo pide). No desde el sofá, tenemos que levantarnos y caminar unos minutos. Durante un rato nos sentiremos mejor, pero seguramente la sensación volverá enseguida.

IR A LA CAMA A DORMIR. En la mayoría de ocasiones (salvo en casos más extremos como hemos comentado antes) esta es la mejor solución para evitar los espasmos y calambres. Podemos acompañar el momento de sueño con respiraciones y música relajante.

Además, hay algunas pautas para prevenir este problema:

  • No realizar ejercicio intenso por la noche.
  • Evitar medicamentos y fármacos que pueden bloquear o sedar la dopamina.
  • Establecer un horario regular para dormir.
  • El tabaco, café y alcohol empeoran la situación.

A nivel podológico no se suele tratar esta patología, será el neurólogo el especialista encargado de su diagnóstico y posterior tratamiento.

  

Fuente: podoactiva.com