El tratamiento para la artritis se centra en aliviar los síntomas y mejorar el funcionamiento de las articulaciones. Posiblemente necesites probar distintos tratamientos o combinaciones de estos antes de encontrar lo que funcione mejor para ti.

Medicamentos

Los medicamentos que se utilizan para tratar la artritis varían según el tipo de artritis. Los medicamentos más frecuentes para tratar la artritis comprenden los siguientes:

  • Analgésicos. Estos medicamentos ayudan a reducir el dolor, pero no tienen ningún efecto sobre la inflamación. Una opción de venta libre incluye el paracetamol (Tylenol, otros).
    Para el dolor más intenso, se pueden recetar opiáceos, como tramadol (Ultram, ConZip), oxicodona (OxyContin, Roxicodone, otros) o hidrocodona (Hysingla, Zohydro ER). Los opiáceos actúan sobre el sistema nervioso central para aliviar el dolor. Cuando una persona usa opiáceos durante mucho tiempo, puede adquirir el hábito y tener dependencia mental o física.
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides reducen tanto el dolor como la inflamación. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides de venta libre incluyen ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y naproxeno (Aleve). Algunos tipos de medicamentos antiinflamatorios no esteroides solo están disponibles con receta médica.
    Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides orales pueden provocar irritación estomacal y aumentar el riesgo de sufrir ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. Algunos medicamentos antiinflamatorios no esteroides también están disponibles en forma de cremas o geles, que pueden frotarse sobre las articulaciones.
  • Contrairritantes. Algunas variedades de cremas y ungüentos contienen mentol o capsaicina, el componente de los pimientos picantes. Frotar estas preparaciones en la piel sobre la articulación que duele podría interferir en la transmisión de las señales de dolor de la articulación.
  • Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad. A menudo usados para tratar la artritis reumatoide, los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad demoran o detienen el ataque del sistema inmunitario a las articulaciones. Los ejemplos incluyen metotrexato (Trexall, Rasuvo, otros) e hidroxicloroquina (Plaquenil).
  • Modificadores de la respuesta biológica. Generalmente utilizados en combinación con los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad, los modificadores de la respuesta biológica son medicamentos manipulados genéticamente que captan varias moléculas de proteína que afectan la respuesta inmunitaria.
    Existen muchos tipos de modificadores de la respuesta biológica. Los inhibidores del factor de necrosis tumoral se recetan con frecuencia. Los ejemplos incluyen etanercept (Enbrel, Erelzi, Eticovo) e infliximab (Remicade, Inflectra, otros).
    Otros medicamentos se dirigen a otras sustancias que tienen un papel en la inflamación, como la interleucina-1 (IL-1), la interleucina-6 (IL-6), las enzimas janocinasas y ciertos tipos de glóbulos blancos conocidos como linfocitos B y T.
  • Corticosteroides. Esta clase de medicamentos, que incluye prednisona (Prednisona Intensol, Rayos) y cortisona (Cortef), reduce la inflamación y suprime el sistema inmunitario. Los corticosteroides se pueden tomar por vía oral o se pueden inyectar directamente en la articulación dolorosa.

Terapia

La fisioterapia puede ser útil para algunos tipos de artritis. Los ejercicios pueden mejorar la amplitud de movimiento y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones. En algunos casos, puede justificarse el uso de una férula o de dispositivos de inmovilización.

Cirugía

Si las medidas conservadoras no sirven, el médico puede sugerir una cirugía, como:

  • Reparación articular. En algunos casos, las superficies articulares pueden repararse o realinearse para reducir el dolor y mejorar la función. Estos tipos de procedimientos suelen realizarse de manera artroscópica, a través de pequeñas incisiones en la articulación.
  • Reemplazo articular. Este procedimiento consiste en extraer la articulación dañada y sustituirla por una artificial. Las articulaciones que se reemplazan con mayor frecuencia son las de caderas y las de rodillas.
  • Fusión de la articulación. Este procedimiento se utiliza más a menudo para las articulaciones más pequeñas, como las de la muñeca, el tobillo y los dedos. Se quitan los extremos de los dos huesos en la articulación y luego se fijan los extremos juntos hasta que se curan y forman una unidad rígida.

 

Fuente:  mayoclinic.org