El espolón calcáneo llamado también osteofitos es una pequeña protuberancia ósea en la parte posterior o inferior del talón que puede o no causar dolor. Muchas personas confunden el espolón óseo con la fascitis plantar (inflamación de la banda de tejido que se extiende desde la punta del pie hasta el talón, formando el arco) ya que es un proceso que suele acompañar a este padecimiento. Cerca del 70% de los pacientes con fascia plantar tienen un espolón óseo. El espolón óseo es consecuencia de la reparación que hace el cuerpo a causa de una lesión repetida, por lo que se forma hueso extra en el lugar del trauma.

Los síntomas más comunes son dolor similar a «pisar un clavo» que se manifiesta especialmente durante la mañana, inflamación como consecuencia de la presión de las articulaciones e inflamación de nervios y tejidos adyacentes.

El tratamiento convencional de los espolones calcáneos acompañados de fascitis plantar incluye:

  • Reposo.

  • Suspensión al menos en forma temporaria de la actividad que contribuye al desarrollo de la enfermedad y al empeoramiento de los síntomas (aunque muchas veces no es fácil identificar la actividad que empeora los síntomas ya que éstos aparecen varias horas o incluso días después de haberse realizado la actividad perjudicial). Sin embargo, es fundamental para tratar la raíz del problema.

  • Aplicación de hielo.
  • Estiramiento de músculos de la pantorrilla después de un breve calentamiento. Esto ayuda a relajar el tejido que rodea el talón y se debe hacer varias veces al día, especialmente en la mañana y después de estar mucho tiempo sentado.
  • Medicamentos antiinflamatorios: contribuyen a disminuir la inflamación pero tienen efectos adversos con el uso prolongado, entre los cuales se encuentran malestar gastrointestinal, ulceración y sangrado.
  • Terapia física con masajes: ayuda a disminuir la inflamación y a relajar los músculos del pie.
    Sujeción del arco en las plantillas o zapatos ortopédicos es muy recomendable.
  • Inyección con esteroides: en caso de fracaso con las otras opciones.
  • Debe ser cuidadosamente evaluada por la posibilidad de causar necrosis grasa del talón.
  • Tratamiento quirúrgico: consiste en la extirpación del espolón. Se recomienda en caso de fracaso del tratamiento médico. Es efectivo en un 80% pero es necesario eliminar las causas ya que, de lo contrario, los síntomas pueden reaparecer (usar calzado adecuado, plantillas, estiramientos, etc).
  • Tratamientos naturales: tiene la ventaja de no producir efectos adversos. Entre ellos se encuentran los suplementos de jengibre y de cúrcuma.
  • Ejercicio: si es la causa del dolor, es recomendable cambiar la rutina.
  • Reducción del estrés: pueden usarte técnicas como relajación e imaginación guiada para reducir la tensión en esta zona del cuerpo.
  • Colocación de almohadilla en la zona del talón puede reducir el dolor.
  • Acupuntura: ayuda a aliviar el dolor y la inflamación sin efectos adversos.

Referencias
Bone Spurs (Osteophytes).
Bone spurs. Mayo Clinic.
Jan D. Rompe, Angelo Cacchio, Lowell Weil, Jr., John P. Furia, Joachim Haist, Volker Reiners, Christoph Schmitz, Nicola Maffulli; Plantar Fascia-Specific Stretching Versus Radial Shock-Wave Therapy as Initial Treatment of Plantar Fasciopathy. The Journal of Bone & Joint Surgery. 2010 Nov;92(15):2514-2522.

https://www.saludmedica.com/articulo/espolones-oseos-causas-y-tratamientos