1. Cepíllese los dientes dos veces al día

Cepíllese los dientes de dos a tres minutos por lo menos dos veces al día para eliminar la placa y los restos de comida. Es muy importante cepillarse los dientes antes de irse a dormir. Puede probar realizar un cepillado adicional con bicarbonato de sodio para reducir la acidez de la boca y dificultar el crecimiento de las bacterias que causan el mal aliento.

2. Use hilo dental todos los días

Usar hilo dental eliminará los restos de comida de entre los dientes a los que no puede llegar con su cepillo de dientes. Si no se eliminan los restos de comida, las bacterias comenzarán a alimentarse de ellos, lo cual provoca mal aliento.

3. Cepille o frote su lengua

Para eliminar cualquier residuo que pueda acumularse entre las papilas gustativas y los pliegues de la lengua, invierta en una herramienta económica denominada raspador de lengua, que se encuentra disponible en farmacias. Si no tiene un raspador de lengua, puede usar su cepillo de dientes para cepillarla.

4. Use un enjuague bucal

Tenga en cuenta que si el aliento crónico es provocado por un problema dental, el enjuague bucal solo ocultará el olor, no será una cura. En algunos casos, los enjuagues bucales pueden empeorar un problema de mal aliento al irritar el tejido de la boca. Para refrescar la boca en caso de emergencia, pruebe enjuagarse la boca con una mezcla de agua y unas gotas de aceite de menta. O enjuáguese la boca con té negro o verde: de acuerdo a un estudio de la Universidad de Illinois en Chicago, enjuagarse la boca con té negro o verde inhibe el crecimiento de las bacterias que causan el mal aliento.

5. Visite al dentista

La mejor manera de asegurarse una buena higiene oral es visitando al dentista de forma regular. Si sufre de mal aliento crónico, debe primero visitar al dentista para descartar cualquier problema dental. Y si su dentista cree que la causa del problema es una fuente sistémica (interna), como una infección, podría derivarlo a su médico familiar o a un especialista que ayude a solucionar la causa del problema.

6. Deje de fumar y evite los productos con tabaco

Si alguna vez necesitó otra razón para dejar de fumar, aquí hay una muy simple: fumar contribuye a tener mal aliento. El tabaco tiende a secar su boca y puede dejar un olor desagradable que permanece aun después de cepillarse los dientes.

7. Manténgase hidratado

Asegúrese de beber suficiente cantidad de agua (de seis a ocho vasos de 8 onzas) al día para evitar la sequedad en la boca. Beber agua ayuda a mantener el olor bajo control porque ayuda a arrastrar las partículas de comida y las bacterias, que son la principal causa del mal aliento. Si sufre de sequedad bucal crónica o toma medicamentos que hacen que se le seque la boca, hable con su dentista para que le recomiende un sustituto de saliva de venta libre.

8. Consuma un caramelo sin azúcar o mastique chicle sin azúcar.

Chupar un caramelo sin azúcar o masticar un chicle sin azúcar ayuda a estimular el flujo de saliva. La saliva ayudará a arrastrar los restos de comida y las bacterias que causan el mal aliento.

9. Mastique una zanahoria, un tallo de apio o una manzana.

Los refrigerios de frutas y vegetales frescos y crocantes aumentan el flujo de saliva entre las comidas y ayudan a arrastrar las bacterias de los dientes, la lengua y las encías, que pueden provocar mal aliento. Estos refrigerios también pueden ayudar a reducir el mal aliento provocado por el hambre o el ayuno. Un estómago vacío, a causa de saltearse comidas, puede causar mal aliento, ya que se acumulan los ácidos del estómago.

 

 

Fuente: es.deltadentalins.com