Una buena manera de mejorar la salud en comenzando por procurarnos actividades que nos hagan felices. Hay evidencia científica que apoya la idea de que la felicidad es un estado que te hace vivir más y mejor.

Ahora, para que nuestro estado de felicidad realmente tenga un impacto en la salud, debemos mantenerla por largos períodos de tiempo. Es decir….. pensar positivamente por un mes cuando ya tenemos alguna condición cardiaca, no curará la enfermedad, pero mantener esa felicidad por largos períodos de tiempo, disminuirá de manera efectiva nuestro estrés y eso, si tendrá un impacto favorable en nuestra salud cardiaca.

De acuerdo a reconocidos psicólogos de la Universidad de Pensilvania –Martin Seligman– y de la Universidad de Michigan — Christopher Peterson—hay 3 caminos que vale la pena considerar cuando lo que buscamos es la felicidad:

  1. Sentirse bien.
  2. Comprometerse al 100%
  3. Hacer el bien

Buscarse emociones y sensaciones placenteras tratando de potenciarlas disminuyendo el dolor y el estrés.

Procurar que se encuentre la satisfacción máxima en las actividades cotidianas ya que está demostrado que cuando uno está concentrando, inmerso en sus actividades, éstas comienzan a realizarse cada vez con menos esfuerzo, y tantos las ideas como las acciones parecen fluir de manera muy natural.

Desarrollar un buen auto-conocimiento y vivir coherentemente de acuerdo a sus virtudes.

Por el otro lado, cosas que no nos harán felices a pesar de lo que recen los dichos populares son:

  • El dinero y los bienes materiales
  • La juventud
  • Los niños

Hace más de 30 años que el economista Richard Easterlin describió el fenómeno al cual se llamaría posteriormente la paradoja de Easterlin. Su investigación mostró que las personas que viven en países pobres, son más felices cuando logran cubrir sus necesidades básicas pero, estadísticamente hablando, no tienden a ser más felices cuando tienen más dinero.

Esta aseveración ha sido cuestionada en múltiples ocasiones pero, los resultados no se han podido equiparar, ya que estudiaron a otro tipo de poblaciones y los instrumentos para evaluar el grado de felicidad, también fueron diferentes.

Ser joven y físicamente atractivo no tiene nada que ver con la felicidad ya que ha sido demostrado que los adultos, van incrementando sus niveles de felicidad con el tiempo. Luego de eso, los niveles de felicidad comienzan a disminuir gradualmente conforme aparecen enfermedades que afectan psicológicamente a las personas.

Los niños pueden ser una tremenda fuente de alegría y felicidad, pero ser el responsable de su cuidado, es una tarea altamente demandante y generalmente incrementa la carga financiera y de estrés de los padres.

Al evaluar los niveles de felicidad de algunas madres durante las actividades cotidianas, éstas parecen ser más felices durante la comida, el ejercicio, las compras, durante su descanso e incluso mientras ven televisión comparativamente que cuando están conviviendo con sus hijos –tengo que admitir que esto me sorprende mucho, pero como padre de familia, yo no estoy todo el tiempo con los niños y pudiera ser cierta esta aseveración de estos investigadores.

En algunos estudios, el grado de satisfacción matrimonial parece decrecer con el nacimiento del primer niño y recuperarse una vez que el último hijo alcanza un nivel de independencia y abandona el hogar.

Las relaciones personales de todos tipos son importantes, sin embargo, estar casado, tener buenos amigos y relaciones íntimas frecuentes son factores que están fuertemente asociados a la felicidad.

Una manera de darte cuanta de cuando estás en “una buena racha”, de cuando estás pleno y feliz en lo que realizas es si presentas algunas de estas reacciones o conductas:

  1. Pierdes fácilmente la noción del tiempo, las horas te parecen minutos, el tiempo literalmente vuela cuando estás ocupado
  2. Dejas de pensar en ti mismo, en tu comodidad, en lo que los demás piensen de ti etc.
  3. No te invaden pensamientos banales, extraños o mundanos que te quiten la concentración
  4. Estás activo, en movimiento
  5. Trabajas sin esfuerzo. Podrás estar trabajando más arduamente que de costumbre y… no te das cuenta de ello ya que no te cuesta trabajo hacerlo y lo disfrutas.

Fuente: homeopatiaflores.com