1- Estás deshidratado – Toma un vaso de agua espera 20 minutos para ver si aún sientes el hambre con la misma intensidad.

 

2- No dormiste bien – La falta de sueño puede aumentar los niveles de grelina, una hormona que estimula el apetito.

 

3- Comes demasiados carbohidratos procesados – Alimentos como el pan blanco elevan los niveles de azúcar causando más apetito.

 

4- Están estresado – En un mal día, pon tu canción favorita o ve al yoga, en vez de pasar por la nevera.

 

5- Necesitas más proteína – Alimentos como yogurt griego, huevos y carnes magra te mantendrás lleno por más tiempo.

 

6- Necesitas comer más grasas (no saturadas) – Las grasas no saturadas que encuentras en las nueces y aguacates están relacionadas con esa sensación de saciedad que experimentas al ingerirlas.

 

7- Estás saltando comidas – Trata de que no pasen más de 4 o 5 horas sin comer. También debes comer algo dentro de una hora luego de despertar.

 

8- Comes demasiado rápido – Disminuye la velocidad con la que comes, así le darás tiempo al cerebro a registrar que estás lleno.

 

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