¿Qué es una crisis de ansiedad?

 

Las crisis de ansiedad, también conocidas como ataques de pánico, son reacciones muy intensas de nuestro organismo en las cuales existe una pérdida de control, acompañada de otros síntomas:

  • Taquicardia.
  • Sudoración y escalofríos.
  • Sensación de ahogo.
  • Opresión en el pecho.
  • Mareos, náuseas o malestar estomacal.
  • Miedo o pánico.

 

Las crisis de ansiedad, que pueden tener diferentes grados de gravedad, se desencadenan ante pensamientos catastróficosSuelen desarrollarse con bastante rapidez, por lo que deberemos conocer estos consejos para llevarlos a cabo lo antes posible.

 

1. Control de la respiración

La respiración es fundamental en cualquier estado de crisis, ya que puede agravar los síntomas con mucha rapidezPor eso es imprescindible concentrarnos en ella desde el primer momento en que sintamos que se nos acelera. Nos sentaremos e intentaremos respirar de manera tranquila y profunda, llenando el abdomen y después el pecho. Nos podemos poner las manos encima del torso para que nos sea más fácil seguir el movimiento.

 

2. Movimientos oculares

Los movimientos oculares nos pueden ayudar a controlar la ansiedad, la tristeza y la depresión. Cuando nos sentimos mal nuestros ojos suelen mirar hacia abajo, de manera que para combatir y prevenir la ansiedad deberíamos obligarnos a mirar hacia arriba.

Estos movimientos los debemos hacer con los ojos, y no con la cabeza. En pocos instantes podremos notar como va desapareciendo esa sensación negativa.

 

3. Aceites esenciales

Los aceites esenciales tienen propiedades terapéuticas que nos permiten prevenir y tratar problemas de salud.

Para afrontar las crisis de ansiedad deberemos elegir entre los aceites de propiedades relajantes y equilibrantes. No obstante, también deberemos guiarnos por nuestras preferencias olfativas personales.

Los aceites esenciales más recomendados son los siguientes:

  • Lavanda.
  • Albahaca.
  • Bergamota.
  • Ciprés.
  • Cedro.
  • Orégano.
  • Naranja.
  • Manzanilla.
  • Angélica.

 

Podemos usar los aceites esenciales a modo de perfume o mediante difusores eléctricos.

 

4. Agua fría sobre los párpados

Un sencillo truco para evitar una crisis de ansiedad consiste en aplicar un chorro de agua fría sobre los ojos cerrados. Si nos apetece, también nos lo podemos aplicar en el resto de la cara.

La hidroterapia fría es una manera muy sencilla y natural de relajar el cuerpo y prevenir crisis.

 

5. Baño de magnesio

El magnesio es un mineral que produce un importante efecto equilibrante sobre el sistema nervioso. La manera más habitual de consumirlo es como suplemento.

No obstante, si queremos un efecto más rápido podemos prepararnos un baño con sales de sulfato de magnesio.

Añadiremos media taza de sales (100 g) a una bañera normal, con el agua bastante caliente, y permaneceremos dentro durante al menos 20 minutos.

Este baño nos relajará y revitalizará sin necesidad de tomar ningún suplemento.

 

6. Homeopatía personalizada

La homeopatía es un tipo de medicina natural que nos permite tratar los problemas de salud sin ninguna contraindicación o efecto secundario.

Lo ideal es que sea un profesional homeópata el que evalúe nuestro caso para recetarnos el medicamento homeopático personalizado.

De este modo podremos tenerlo siempre a mano, para tomarlo a modo de prevención y también ante los primeros síntomas de la crisis de ansiedad.

Existen muchos remedios para la ansiedad. No obstante, debemos tener en cuenta nuestra personalidad y otros problemas de salud para elegir el remedio más adecuado.

 

Fuente: mejorconsalud.com

Imagen: freepik.com