La obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede poner en peligro la salud. Estadísticas del 2014, en todo el mundo, presentan a más de 600 millones de adultos obesos.

La obesidad es un potente factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades renales. Aumenta el riesgo en desarrollar enfermedades renales crónica (ERC), como la diabetes y la hipertensión. También provoca el desarrollo de enfermedades renales en etapa terminal (ESRD). Para los individuos afectados por la obesidad, los riñones tienen que trabajar más duro, filtrando más sangre de lo normal (hiperfiltración) para satisfacer las demandas metabólicas del aumento de peso corporal. El aumento de esta función puede dañar el riñón y aumentar el riesgo en desarrollar la enfermedad renal crónica a largo plazo.

La buena noticia es que la obesidad, así como ERC, se puede prevenir. Con la educación y el conocimiento de los riesgos de la obesidad y un estilo de vida saludable, que incluya una nutrición adecuada y ejercicio, pueden ayudar de manera espectacular en la prevención de estas condiciones.

Este año el Día Mundial del Riñón promueve la educación sobre las consecuencias perjudiciales de la obesidad y su asociación con las enfermedades renales, abogando por medidas de estilo de vida y una política sanitaria saludables para cada individuo.

 

Fuente: worldkidneyday.org
Imagen: freepik.com