La adolescencia es una fase de la vida donde el sueño juega un papel fundamental. Hay que dialogar con ellos sobre el sueño y su influencia en la salud y el bienestar.

El objetivo es sensibilizar al adolescente de la importancia que tiene dormir bien y suficiente. Unos buenos hábitos de sueño aseguran un correcto desarrollo físico y mental. 

También es importante explicarles que la utilización de móviles, tabletas u ordenadores en el dormitorio dificultan la conciliación del sueño. Los padres deben dar ejemplo de buenos hábitos de higiene del sueño.

Buenos hábitos de sueño en la adolescencia:

  • Evitar tomar bebidas estimulantes (café, bebidas de cola o energéticas) o chocolate, sobre todo por la tarde y noche.  
  • Hacer ejercicio físico de forma regular puede ayudar a conciliar el sueño nocturno, aunque no es recomendable en las horas previas a irse a la cama.
  • Evitar las actividades que mantienen alerta (videojuegos, móvil) una hora antes de dormir. Las pantallas luminosas del móvil, la tableta o el televisor dificultan la conciliación del sueño y  disminuyen su profundidad . Lo mejor es mantenerlos fuera del dormitorio cuando se vaya a dormir.
  • Si se duerme siesta, debe ser corta (30-45 minutos) y a primera hora de la tarde.
  • El tabaco, el alcohol y otras drogas tienen efectos nocivos sobre el sueño y sobre la propia salud en general.
  • Es bueno promover un ambiente favorable para el sueño en el hogar al final de la tarde y en las primeras horas de la noche. Bajar la intensidad de las luces antes de ir a dormir y controlar la temperatura en los dormitorios puede ayudar.
  • Enseñar a los niños a relajarse y a expresar sus emociones ayudará también durante esta etapa de la vida.

 

 

Fuente: enfamilia.aeped.es