La vitamina C es importante ya que es necesaria para la reparación de los tejidos y el crecimiento. Esto significa que ayuda a curar heridas, reparando y manteniendo el cartílago, los huesos e incluso los dientes.

Además, la vitamina C es necesaria para formar el colágeno, una proteína cuya utilidad en el organismo para construirse, desde nueva piel para cerrar cicatrices hasta ligamentos y vasos sanguíneos. Estas funciones son extremadamente valiosas.

Vitamina C y radicales libres

La vitamina C de las naranjas también juega un papel fundamental en la defensa de las células ya que es antioxidante, por lo cual ayuda a bloquear la producción de radicales libres. Según varias investigaciones, los radicales libres pueden causar importantes daños al organismo, entre los que se incluyen, daño al material genético (ADN), enzimas y otras proteínas y grasas de la membrana celular. Este daño contribuye al desarrollo de muchas enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y cáncer.

 

Vitamina C para prevenir enfermedades

Gran parte de los investigadores están de acuerdo con el papel de la vitamina C para prevenir enfermedades, de hecho, cerca de 100 estudios epidemiológicos han examinado el papel de la vitamina C o alimentos ricos en vitamina C en la prevención del cáncer, encontrando una gran evidencia de este papel, reduciendo el riesgo de cáncer de exófago, cavidad oral, estómago y páncreas y una sustancial evidencia de ayuda para la protección contra el cáncer de cuello de útero, de recto, mama y pulmones.

La vitamina C también puede reducir el riesgo de sufrir ictus cerebral, según un estudio publicado en 2008 en la publicación American Journal of Clinical Nutrition. Los participantes en el estudio con mayores niveles de vitamina C tuvieron un 42% menos de riesgo de sufrir ictus cerebral en comparación con los participantes del estudio con menor nivel de vitamina C.

 

Alimentos con vitamina C

Los alimentos considerados buenas fuentes de vitamina C incluyen frutas cítricas, zumos, tomates, melón, boniato, brócoli, pimientos y verduras de hoja verde. El cuerpo no puede almacenar el exceso de vitamina C, por lo que ha de consumirse la cantidad necesaria de vitamina C cada día.

Fuente:  vitaminas.org.es