Constantemente estamos viendo en televisión y en otros medios, consejos para proteger nuestra piel de las radiaciones que emiten los rayos de sol. Por eso, se nos recomienda seguir una serie de pautas para evitar lastimarnos. Pero a la hora de enumerar los pasos a seguir para proteger la piel, nunca se habla de cómo afecta el sol a los ojos. Es una parte en la que casi nunca reparamos, pero debemos hacerlo por diversos motivos.

La mayoría de los órganos de nuestro cuerpo se regeneran tras una lesión siempre y cuando sigamos una serie de pautas alimenticias y unos cuidados encaminados a lograr esto. En el caso de los ojos, y concretamente el cristalino, esto no sucede, ya que con el paso de los años las proteínas que lo forman se van deteriorando y generando enfermedades oculares como las cataratas, ceguera parcial… Parte de la culpa de estas enfermedades la tienen el exceso de radiaciones UV que recibimos a lo largo de los años del sol. Por ello es necesario que sigamos algunas medidas pertinentes para evitar que esto suceda.

Una de las principales maneras de proteger los ojos de los ataques causados por los rayos UV es mediante el uso de gafas de sol provistas de filtros adecuados. Es necesario que acudamos a una óptica para comprar estas gafas, ya que debemos elegir un modelo adecuado. Nunca optaremos por gafas de sol que nos vendan por la calle, ya que existen muchas imitaciones fabricadas en plástico que no tienen controles y que permiten que traspasen las radiaciones UV que tan nocivas son para nuestros ojos. A esto debemos sumar que al tratarse de unas gafas oscuras, nuestra pupila se dilata más, permitiendo la entrada de más rayos solares sin filtrar previamente por unas gafas adecuadas.

Pero las gafas de sol no son siempre una garantía de protección, ya que no se ajustan a la perfección a nuestros ojos, dejando traspasar luz por la parte superior, inferior y los laterales. Por este motivo, y para evitar que lleguen a nuestros ojos rayos UV es importante tener otras alternativas como el uso de viseras o sombrillas que corten la llegada de los rayos del sol a nuestros ojos en las horas en las que su concentración y la fuerza de sus radiaciones es mayor.

Es importante que tengamos esto en cuenta, así como mantener una alimentación correcta, rica en vitamina A, que nos ayudará a fortalecer los ojos y todas sus partes. Para las personas que utilizan gafas de visión existen lentes con filtros para evitar las radiaciones, así como lentes de contacto que protegen el cristalino del ojo de los ataques producidos por los rayos solares.

 

Fuente: vitonica.com