Cualquiera de los más de 250 tipos de cáncer que se conocen tienen un doble componente causal: genético y ambiental. De hecho, la relación del individuo con el medio ambiente puede determinar la aparición de mutaciones genéticas que inducen la aparición y el desarrollo de la enfermedad. Es por esta razón que una vida sana es la mejor forma de prevenir el cáncer. Una dieta equilibrada, ejercicio y evitar el contacto directo con agentes químicos que se sabe pueden producir cáncer. Aun así ello no ofrece la seguridad de que no se vaya a sufrir esta enfermedad en la que el principal factor de riesgo es el envejecimiento. El factor genético también es un factor condicionante de importancia.

Pese a ello, evitar el tabaco, el alcohol y la exposición a la radiación ultravioleta del sol son las únicas formas específicas de prevenir el cáncer que se conocen en la actualidad. El tabaco es la causa directa de la mayoría de los cánceres de pulmón, que es el más frecuente en el mudo occidental. Pero el tabaco también puede causar otros tipos de cáncer de:

  • Esófago.
  • Laringe.
  • Boca.
  • Garganta.
  • Riñón.
  • Vejiga.
  • Páncreas.
  • Estómago.
  • Cérvix.
  • Leucemia mieloide aguda.

En lo que respecta al alcohol, es un factor determinante en la aparición del cáncer de hígado; pero recientes investigaciones también lo relacionan como factor de riesgo en los cánceres de mama, recto, faringe, laringe y esófago.

Finalmente el melanoma es un tipo de cáncer cuya frecuencia está aumentando en los últimos tiempos a causa de la exposición a la radiación ultravioleta procedente del sol. Tomar el sol más de 20 minutos y sin protección aumenta, según los expertos, las posibilidades de sufrir este tipo de cáncer de piel.

Fuente: https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/cancer/prevenir-cancer.html