La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que afecta a más de 125 millones de personas en todo el mundo y a un millón y medio en España, unas cifras nada despreciables que, sin embargo, contrastan con el desconocimiento que existe en la sociedad sobre esta patología.

La psoriasis está relacionada con el sistema inmunológico de quien la sufre. Es una enfermedad para la que no existe cura actualmente, pero para la que sí disponemos de distintos tratamientos que pueden mejorar los síntomas. Te contamos todo lo que tienes que saber sobre la psoriasis para entender esta patología, y cómo puedes ayudar en su normalización.

¿Qué es y por qué se produce la psoriasis?

Como hemos dicho, la psoriasis es una enfermedad crónica de la piel relacionada con el sistema inmunológico, concretamente con los linfocitos T, que se activan de forma indebida causando así mismo la activación de otras respuestas inmunitarias.

La psoriasis cursa con inflamación de la piel, dolor, enrojecimiento, hinchazón y calentamiento en diferentes zonas del cuerpo que generalmente suelen ser muy visibles como las piernas, los codos, las rodillas o las palmas de las manos. También puede aparecer en otras zonas menos accesibles como el cuero cabelludo o la planta de los pies. A la vista se aprecia hinchazón en algunas zonas recubiertas de una especie de escamas plateadas.

Para entender fácilmente qué ocurre cuando sufrimos de psoriasis debemos saber que en una persona sana las células de la piel se renuevan, aproximadamente, una vez al mes. En un paciente de psoriasis las células nuevas de la piel nacen con mucha mayor frecuencia, quizás de un par de días: van subiendo a la superficie donde se acumulan, dando lugar a esas escamas plateadas de las que hablábamos.

La psoriasis es una patología hereditaria, no contagiosa: pero aunque se herede el componente genético no tiene por qué desarrollarse la enfermedad, ya que existen agentes exógenos que influyen en la misma.

Cómo se trata la psoriasis?

Actualmente no existe un tratamiento que pueda curar la psoriasis, pero sí pueden mejorarse sus síntomas dependiendo siempre de cada paciente y del grado en que la sufra.

Lo más importante es siempre poneros en manos de profesionales médicos que, una vez realizado el diagnóstico de la enfermedad, nos indicarán cuál es la mejor manera de abordarla según nuestras necesidades y circunstancias. Entre los diferentes tipos de tratamientos que existen para la psoriasis podemos encontrar los tópicos para las afecciones leves, la fototerapia para la psoriasis moderada y los tratamientos sistémicos para la psoriasis moderada o grave, siempre encaminados a mejorar la calidad de vida del paciente.

Pero la psoriasis no se reduce a una afección física, sino que también tiene implicaciones psicológicas y sociales: muchas de las personas que sufren psoriasis se ven discriminadas en su día a día debido a esta afección de su piel, y sus relaciones sociales se ven afectadas por ello. Algunos afectados por la psoriasis evitan mostrar las zonas afectadas de su cuerpo (no van a la piscina, ala playa o al gimnasio, no utilizan pantalones cortos en verano) por miedo al rechazo social, e incluso un buen porcentaje de ellos afirma que su vida sexual se ha vido afectada por esta patología.

Por eso es importante que, por un lado, las personas que sufren de psoriasis se impliquen activamente en el tratamiento de la enfermedad y, por otro, que los demás colaboremos a la hora de normalizar esta afección.

La psoriasis es una enfermedad crónica que no se desarrolla siempre igual: las afecciones en la piel aparecen y desaparecen por períodos, y pueden verse afectadas por picos de estrés, por cambios en el clima, por ciertos medicamentos o debido a infecciones. «Aclarar», «limpiar» o «blanquear» las lesiones de la psoriasis son los términos utilizados por los médicos para hacer alusión al control de los síntomas de la psoriasis durante un período de tiempo lo más largo posible.

Es importante que las personas que sufren de psoriasis sepan que pueden mejorar su vida a través de los tratamientos médicos existentes y con los grupos de apoyo que existen, y que el público en general conozca y maneje la información sobre esta patología para evitar estigmas innecesarios ante los afectados por esta enfermedad.

 

 

Fuente: vitonica.com