La equinoterapia o terapia asistida con caballos es una moda relativamente nueva.

Al montar a caballo, el paciente empieza a estimular zonas de su cuerpo que antes nunca había ejercitado. Esto le sirve para mejorar el equilibrio y la movilidad, además de provocar una respuesta comunicativa increíble en los jinetes.

Estos no tienen por qué estar colocados de una forma convencional: a veces pueden estar sentados al revés, de pie o en diferentes posturas que se pueden alternar. El ritmo de trote del animal es semejante a los movimientos de la pelvis alandar, por lo que la terapia asistida con caballos es perfecta para las personas que han visto reducida su movilidad.

También es muy recomendable para personas con autismo, síndrome de Down, esclerosis, parálisis cerebral y muchas enfermedades traumatológicas. Es muy importante que tengamos en cuenta que esto es una alternativa que siempre debe ir acompañada de un tratamiento médico, si no, será difícil que notemos progresos.

 

Función socializadora

Los animales suelen crear un lazo especial con los seres humanos, especialmente los caballos. La comunicación no verbal entre la persona y el equino refuerza el vínculo afectivo que se crea: no hacen falta las palabras para que la coordinación sea perfecta. Las emociones se encuentran espacio para fluir y la relación entre ambos acaba generando un cariño y una comprensión muchas veces es indescriptible.

Ejercicio físico

La terapia asistida con caballos implica el ejercicio o empleo de muchos músculos de nuestro cuerpo. El equilibrio, la fuerza y la destreza (siempre acompañados por una persona que está atenta en todo momento) son fundamentales y favorecen la movilidad de las articulaciones, en concreto el abdomen, los glúteos, los gemelos, los brazos, viniendo muy bien para fortalecer la columna vertebral.

La equitación de por sí es un deporte muy completo y recomendable; si además le añadimos la relajación causada por la temperatura corporal del caballo, tendremos una excusa perfecta para seguir conociendo un poquito más esta disciplina.

“Es noble, fuerte, sensible, majestuoso y perceptivo. El caballo enseña a quien sepa observar”

Mejora de la autoestima

Consigue que las personas con cualquier tipo de discapacidad se sientan útiles. Los animales no juzgan, no se burlan y no critican. De alguna manera, tratan a los humanos de forma igualitaria y sin hacer distinciones. Además, son los primeros en agradecer cualquier gesto de cariño.

La terapia asistida con caballos actúa como catalizadora de emociones más complejas. El amor y la comprensión que puede darnos un animal a veces es mucho más enriquecedora que la que pueden aportar algunas personas. Algo de lo que puede dar testimonio cualquiera que haya convivido con un animal.

Incrementa la capacidad de atención

Mejora la concentración y la atención, algo especialmente valioso en personas con TDAH. El paciente se focaliza en la relación con el caballo, incrementando así el dominio espacio-temporal, ya que promueve el pensamiento pre-operativo.

De todos los pacientes con TDAH, es especialmente buena para los niños. En este sentido, entrenar y aumentar su capacidad para controlar y mantener la atención es importante, especialmente si  como parece los efectos logrados en la terapia asistida con caballos se generalizan al contexto educativo. Por otro lado, a nivel sensorial y cognitivo aumenta los reflejos y la estabilidad.

Relaja y desestresa a partes iguales

Es un gran ejercicio para liberar la mente del estrés del día a día. Muchos psicólogos lo recomiendan para hacer frente a problemas de ansiedad y estrés. De la misma forma, también se utiliza en algunos casos de anorexia y bulimia.

También ayuda a relacionarse con otras personas que están fuera de nuestro contexto habitual. Mejora el autocontrol de las emociones y enseña a los pacientes a expresar lo que sienten de la manera adecuada.

Función ambiental

El paciente no siente que está en un lugar serio o artificial, como puede resultar una consulta. El llevar a cabo la terapia con caballos permite estar al aire libre, un espacio mucho más natural donde nuestros sentidos tienen la oportunidad de expandirse, siendo más fácil que aumente la sensación de bienestar.

La naturaleza actúa de una forma terapéutica, ofreciendo la oportunidad única de envolver a la persona y al animal en un mismo contexto. Además, hoy en día es una práctica que tiene muchísimos adeptos alrededor del mundo. Es una alternativa muy extendida gracias a sus innumerables beneficios a todos los niveles, aunque bien es cierto que debe acompañarse siempre de un tratamiento especializado.

 

 

 

Fuente: lamenteesmaravillosa.com