Todos los adultos necesitan yodo, pero sólo una diezmilésima de gramo al día. Los alimentos ingeridos normalmente aportan dicha cantidad porque el yodo se encuentra ya en la tierra y es absorbido por las plantas. Una dieta equilibrada con alimentos no muy elaborados y que incluya frutas y hortalizas debería asegurar una cantidad suficiente de yodo para mantener una tiroides sana.

También hay yodo en la carne (especialmente el hígado), en los cereales enriquecidos, en los mariscos, en las algas y en el agua potable. La mayoría de las personas no necesitan preocuparse de un exceso de yodo en su dieta, ya que cualquier exceso se elimina por la orina.

Algunos complejos vitamínicos pueden contener yodo, pero los suplementos exclusivos de yodo son difíciles de obtener y, realmente, rara vez se necesitan. Sin embargo, existen algunos estudios que sugieren que tomar suplementos de yodo durante el embarazo podría reducir la frecuencia de los problemas de hipotiroidismo durante la infancia.

 

 

Fuente: https://www.sanitas.es