La columna cervical (conocida coloquialmente como cervicales) es un punto de nuestra columna que se ve frecuentemente afectada por dolores en las etapas de la vida adulta. La sintomatología típica es muy variada, pero como norma general es frecuente la presencia de:

  1. Dolor en la musculatura de la parte posterior del cuello y hombros que se irradia hasta la base del cráneo (nuca) ya que están afectados sobre todo los músculos del cuello y hombros.
  2. Inflamación y contracturas de estos músculos que pueden provocar la compresión de nervios y/o vasos sanguíneos de la zona.
  3. La compresión de vasos sanguíneos y/o nervios pueden derivar a cuadros de vértigos e inestabilidad al caminar, así como, dolor de cabeza e incluso ruidos muy molestos en el oído (acúfenos o tinnitus).
  4. En algunas ocasiones puede aparecer dolor que se irradia hacia el brazo aumentando así las molestias.

Aunque la cervicalgia puede tener múltiples causas, es frecuente la de origen tensional (grado de estrés elevado constante) y por sobrecarga mecánica laboral (abuso muscular y posiciones repetitivas). En cualquier caso, siempre es recomendable la visita a un especialista médico.

A continuación, te damos unos consejos muy sencillos y fáciles de aplicar para mantener tus cervicales en buen estado y reducir esas molestias o dolores tan frecuentes:

  1. La posición de tu cuerpo/espalda es muy importante, así que, procura mantener la espalda recta, hombros nivelados y pecho hacia fuera cuando escribas, leas o realices cualquier trabajo mecánico sentado o de pie.
  2. No elevar peso con los brazos más allá del nivel de los hombros, para ello existen las escaleras o banquetas que nos facilitan el acceso a niveles altos (armarios y/o estanterías).
  3. En cuanto a los bolsos o carga de bolsas/pesos, compensar con las dos manos y así equilibrar el peso.
  4. Mantener una buena salud muscular de la zona con ejercicio periódico en el gimnasio o en casa (Yoga, pilates, Taichi, etcétera).
  5. También es importante buscar una técnica de relajación y liberación del estrés acumulado a lo largo del día (un masaje o un baño caliente, son ejemplos que ayudan a nuestra relajación).

Con estos básicos consejos puedes mantener una mejor salud de tus cervicales, así como de otras partes de tu cuerpo, pero recuerda que el estrés y el abuso mecánico de nuestro cuerpo siempre acabará pasando factura si no pones remedio.

 

Fuente: topaula.com