Cómo entender la diferencia y por qué es importante.

Los términos “demencia” y “Alzheimer” han existido por más de un siglo, lo que significa que la gente probablemente los ha estado confundiendo durante mucho tiempo, también. Pero conocer la diferencia es importante. Si bien el Alzheimer es la forma de demencia más común (se calcula que representa entre el 60 y el 80% de los casos), hay muchos otros tipos. La segunda forma más común, la demencia vascular, tiene una causa completamente diferente, a saber, la presión arterial alta. Otros tipos de demencia incluyen: la demencia relacionada con el consumo de alcohol, la demencia por enfermedad de Parkinson y la demencia frontotemporal; igualmente, con causas diferentes cada una. Además, ciertas enfermedades pueden causar problemas graves de memoria que se asemejan a la demencia.

Al obtener el diagnóstico correcto, recibirás los medicamentos, recursos y apoyo adecuados. Por ejemplo, al saber que tienes Alzheimer y no otro tipo de demencia, es posible que se te recete un medicamento para mejorar la capacidad cognitiva en lugar de un antidepresivo. Por último, puede que reúnas los requisitos para participar en un ensayo clínico de la enfermedad de Alzheimer si te han diagnosticado específicamente con esa enfermedad. 

En qué consiste

Demencia 

En términos sencillos, la demencia consiste en el deterioro irreversible de la función mental.

Es una frase genérica que comprende varias enfermedades que causan pérdida de la memoriacrónica, cambios en la personalidad o deterioro de la capacidad de razonamiento, de las cuales el Alzheimer es solo una de ellas, afirma el Dr. Dan G. Blazer, profesor de psiquiatría en Duke University Medical Center. 

Para que se le denomine demencia, la enfermedad deber ser lo suficientemente grave como para interferir en la vida diaria, explica la Dra. Constantine George Lyketsos, directora del Johns Hopkins Memory and Alzheimer’s Treatment Center en Baltimore.

 

Alzheimer

Es una enfermedad específica que, de forma lenta e irreversible, deteriora la memoria y las capacidades intelectuales.  A la larga, el Alzheimer disminuye por completo la capacidad de llevar a cabo hasta las tareas más sencillas. 

Para ayudar a determinar si un paciente sufre de esta enfermedad mental particular, los médicos hablan con el paciente y sus familiares cercanos sobre dificultades o cambios recientes en la memoria o el comportamiento. También realizan un examen del estado mental del paciente en el consultorio y posiblemente hagan una breve evaluación neuropsiquiátrica.

La cura para la enfermedad de Alzheimer continúa siendo evasiva, si bien los investigadores han identificado pruebas biológicas de la enfermedad: ovillos y placas en el cerebro que destruyen las neuronas. Estos ovillos y placas en el tejido cerebral se pueden observar con un microscopio o, más recientemente, con tomografías de emisión positrónica (PET) que emplean un marcador que se adhiere a las proteínas que los conforman y los hacen visibles. También se puede detectar su presencia en el líquido cefalorraquídeo, pero ese método no se emplea con frecuencia en Estados Unidos.

 

Cómo se diagnostica

Demencia

El médico debe determinar el deterioro de dos o tres áreas cognitivas.  Estas áreas incluyen la desorientación, la desorganización, el trastorno del lenguaje y la pérdida de la memoria. Para llegar a ese diagnóstico, el médico o neurólogo, generalmente, administra varios desafíos mentales. 

Gracias al consenso científico de que la irritabilidad, la depresión y la ansiedad a menudo señalizan la demencia antes de que surjan problemas de memoria (y cambios oficiales en el criterio de diagnóstico que reflejan este hecho), los médicos también hacen más preguntas sobre cambios de humor, del estado de ánimo o de la personalidad, observa Lyketsos.

Para evaluar la presencia de deterioro cognitivo, el médico preguntará si el paciente está solamente olvidadizo o —algo que podría ser más indicativo de demencia— si también tiene problemas para hacer cálculos como, por ejemplo, calcular la propina de un restaurante, dice Petersen. Un examen físico puede ser importante para identificar ciertos tipos específicos de demencia que causan enfermedades vasculares (embolia cerebral) o la enfermedad de Parkinson.

En la prueba de aprendizaje verbal de Hopkins, por ejemplo, se deben memorizar y recordar un listado de 12 palabras —y, para un mayor desafío, se podrían incluir unas cuantas palabras similares—. Otra prueba —que también se usa para evaluar las habilidades para conducir— consiste en trazar líneas que se conecten, en una secuencia complicada, con un conjunto de números y letras. 

 

Alzheimer 

No hay una prueba concreta; los médicos, generalmente, se basan en la observación y el descarte de otras posibilidades.

Durante décadas, el diagnóstico del Alzheimer ha consistido en un juego de adivinanzas sobre la base de los síntomas que la persona presente. El diagnóstico definitivo no era posible hasta que se realizara la autopsia. 

Pero ese juego de adivinanzas, que aún se practica para diagnosticar la enfermedad en la actualidad, es correcto entre el 85 al 90% de las veces, afirma Lyketsos. Si bien la nueva tomografía por emisión de positrones (PET) puede ser precisa un 95% de las veces, por lo general, solo se recomienda como una manera de identificar el Alzheimer en pacientes con síntomas atípicos.

Fuente: aarp.org/