De acuerdo con algunas estadísticas, en algunos países como Inglaterra y Estados Unidos, hasta el 50% de la población tiene exceso de peso, lo que quiere decir que son obesos. En términos médicos, se considera obesa a una persona en la que más de un tercio de su peso está constituido por grasas. La obesidad afecta a todo el mundo por igual, sin excepción de clase o sexo. Se puede evitar mediante una ingestión calórica adecuada, aunque, una vez que se produce, es difícil recuperar el peso ideal, aunque no imposible.

La obesidad infantil

Al igual que la obesidad en general, la obesidad infantil es el exceso de grasa corporal pero en los niños esto, se ha convertido con el paso de los años, en un verdadero problema que cada vez está afectando a un mayor número de niños en todo el mundo y que puede provocar y grave problema de salud. Las consecuencias de la obesidad infantil están hoy reconocidas como una cuestión de salud pública. Por cuestión de salud pública entendemos que la obesidad infantil es un “mal social” que está sujeto sobre todo, a un descuido de la alimentación de los hijos por parte de los padres.

Causas de la obesidad infantil

Considerada la epidemia del XXI, la obesidad infantil se desarrolla a consecuencia de los malos hábitos alimenticios que tienen los niños unidos a otros muchos factores que agravan y complican la situación. Algunas de las costumbres que causan obesidad infantil son las siguientes:

  • Comidas inapropiadas y en exceso: los alimentos ricos en grasas y de producción industrial en grandes cantidades son muy peligrosos para la salud y un porcentaje importante de la obesidad infantil. La adicción de los niños a la comida rápida y a los productos con altas tasas de calorías conducen a un desequilibrio en la alimentación. No es malo que los niños tomen una hamburguesa o una pizza de vez en cuando incluso, en algunos casos donde el metabolismo sea muy regulado, una vez por semana, pero cuando el consumo se convierte en un hábito la meta, es un problema de salud.
  • Las golosinas y los refrescos: no queremos decir que tomar un refresco o comer golosinas o chocolatinas sea un problema. El problema, existe cuando el abuso de estas toxinas es muy elevado; comer caramelos de manera abusiva no sólo favorece a la obesidad sino que además produce una cantidad de azúcares en la sangre que resultan muy perjudiciales para la salud.
  • La vida sedentaria: los juegos y la forma de divertirse de los niños ha cambiado ahora, es mucho mejor estar sentado viendo una serie de televisión o jugando a la computadora esto, de una forma moderada, no es algo malo. Sin embargo, la generación de este siglo lo está tomando como la única diversión posible. La gran mayoría de los niños tienen una consola o un teléfono móvil desde muy pequeños y no conocen otra forma de pasarlo bien que esta. La obesidad infantil también tiene parte de base debido a esto.
  • La falta de actividad física: está muy relacionado con el punto anterior, para los niños que son propensos a engordar o que no tienen una alimentación muy sana, aunque deben, ante todo, tener sus hábitos de comida controlados, lo cierto es que practicar algún deporte les ayudaría a modelar un poco su figura y a sentirse mejor con ellos mismos.

Evitar la obesidad infantil

Conociendo cuales son las causas más alarmantes que producen la obesidad infantil, podemos hacer todo lo que sea posible por evitar que nuestro hijo padezca esta enfermedad del siglo XXI y se ahorre grandes problemas en el futuro.

Además de una vida menos sedentaria y por supuesto, más saludable la obesidad infantil se basa sobre todo en la mala gestión de los hábitos alimenticios. Para regular la alimentación de nuestro hijo debemos de:

  • Tomar hidratos de carbono
  • Aumentar el consumo de frutas
  • Reducir la sal y el azúcar
  • No abusar de la grasas
  • Beber mucho líquido
  • Tener un desayuno sano y completo

 

 

 

Fuente: saludmedica.com
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