Aunque no se conocen las causas exactas, se sabe que la psoriasis es una enfermedad inflamatoria autoinmune, que tiene su origen en un trastorno del sistema inmunológico. En situaciones normales, este nos protege de infecciones y enfermedades, pero en una enfermedad autoinmune ataca a células y tejidos sanos de nuestro propio cuerpo.

En el caso de la psoriasis, el descontrol del sistema inmunológico provoca que las células de la última capa de la piel, los queratinocitos, crezcan mucho más rápido de lo normal: cada 3-4 días en lugar de cada 28 días, como ocurre con las células de una persona sin psoriasis, dando lugar a las placas psoriásicas.

Infecciones bacterianas o víricas: pueden inducir o empeorar las lesiones de psoriasis al activar las células del sistema inmunitario.

Medicamentos: algunos medicamentos pueden contribuir a la aparición de brotes. Por eso es importante informar al médico de toda la medicación que esté tomando el paciente.

Clima: el frío y los cambios de estación pueden provocar brotes de psoriasis.

Otros: El alcohol, el tabaco y la obesidad se han relacionado estrechamente con brotes de psoriasis.

Para leer algunos consejos sobre cómo reconocer los factores desencadenantes y cómo actuar ante ellos, consulta la sección Consejos para vivir mejor con Psoriasis.

 

Fuente: psoriasis360.es