1. La capacidad del estómago es de 1,5 litros. Pero cuando comemos se estira, tanto que puede llegar a duplicar su tamaño.

2. Cuando la comida alcanza el estómago, este se comprime cada 20 segundos para mezclarla. Los alimentos pasan de 3 a 4 horas en el estómago, y de 6 a 20 en el intestino grueso, el siguiente órgano del tubo digestivo.

3. El jugo gástrico es un líquido que contiene ácido clorhídrico en una proporción del 1 al 4 %.  El cianuro de sodio en contacto con el ácido clorhídrico del jugo gástrico se transforma en ácido cianhídrico, el veneno más rápido y letal: 0,01 gramos es suficiente cantidad para matar a una persona en 30 segundos.  

4. Los movimientos peristálticos conducen el alimento por el tubo digestivo. Por eso es posible comer boca abajo.

5. Si entendiéramos por completo el intestino delgado de un adulto humano mediría unos 6 metros de longitud. Y el área total de su superficie (llena de pliegues y vellosidades) es de 300 m2, equivalente al tamaño de una pista de tenis.

6. El estrés cambia el tipo, el número y la diversidad de las bacterias que viven en el estómago. Dado que estos microbios regulan la función inmune, es más fácil que se inflame el estómago y que contraigamos enfermedades si nos estresamos.

7. De los alimentos se obtienen, fundamentalmente, tres tipos de sustancias nutritivas: carbohidratos, que se oxidan cuando se necesitan o, si sobran, se almacenan en forma de glucógeno; grasas, que se oxidan y se almacenan; y proteínas, que pueden formar tejidos (por ejemplo músculo), oxidarse o participar en la síntesis de aminoácidos y grasas. Los alimentos oxidados producen calorías. Concretamente, un gramo de carbohidratos o un gramo de proteínas produce 4 calorías; mientras que un gramo de grasa produce 9.

 

 

Fuente: muyinteresante.es